domingo, 23 de octubre de 2011

La función de la pelea (o lío de culto)

Actualidad | Octubre 23, 2011
Diario 16

La función de la pelea (o lío de culto)


Un miércoles cualquiera se convirtió en un día picante, luego de que el gramático y crítico de literatura Marco Aurelio Denegri, en su programa ‘La función de la palabra’, respondiera a la lingüista Martha Hildebrandt, por haberlo mandado ‘lejos’ en una entrevista realizada el domingo pasado, en El Comercio.

Denegri Santa Gadea, para ubicar a los televidentes, recordó la pregunta que la escritora Marcela Robles (MR) le hizo a la popular ‘Marthita” (MH).

MR: Usted ha dicho que el uso es el amo del lenguaje.
MH: “Hasta que se acepta. El uso puede empezar como error, pero el error se va imponiendo sobre la verdad. Y ya se convierte en amo del lenguaje y el diccionario lo recoge. Pero para eso hay un trecho largo”.
Hasta aquí no había ningún problema. Sin embargo, la siguiente pregunta, al parecer, “desigualó el humor de la doctora Hildebrandt”, y que a la par generó toda esta polémica.
MR: Marco Aurelio Denegri señaló que tendría que haber dicho que el buen uso es el amo, basándose en una frase de Cicerón que decía que el uso es una pésima regla.
MH: “¡Ay, que no joda! Qué tendré yo que ver con Cicerón… No pues, es el mal uso. Está mal Denegri, porque él no es lingüista pues; justamente estoy diciendo que el mal uso llega a ser amo del lenguaje. Denegri conoce mucho, además es inteligente y culto, pero no sabe lo esencial del lenguaje.

Sumamente indignado por la respuesta, Marco Aurelio señaló que la doctora se expresó en un tono muy brusco, calificando su comentario como un “exabrupto”.

“La falta más notoria, la impropiedad más visible de Martha Hildebrandt en este caso, aduce el Argumentum ad hominem, que no se propone debatir razones sino descalificar a la persona que las arguye. No es un argumento lógico sino retórico efectista, porque viene aderezado con vulgaridades como: ¡Ay, que no joda!

Segundos después, la mortificación comenzó a dar paso al sarcasmo. Con una sonrisa de muchacho palomilla, Denegri se autocuestionó diciendo que no se explicaba por qué Martha lo sindicó como alguien que no sabe “lo esencial del lenguaje”, cuando lo citó en la bibliografía de dos de sus trabajos.

“Cómo se explica que alguien que no conoce ni ‘lo esencial del lenguaje’ va a estar citado en la bibliografía de un trabajo (mostrando el libro de ‘El Habla Culta’) de una lingüista de reconocido prestigio. No me explico. Quizás Martha Hildebrandt reconocerá en una posterior edición de este trabajo, que hizo mal en incluirme y en un tercer libro me desincluya”, ironizó el crítico.

Mientras continuaba relatando el hecho en su programa, Marco Aurelio mantuvo la calma en todo momento, inclusive se portó respetuoso en relación al hecho. “¿Voy a responder eso? Tendría que descender a ese nivel y eso no lo voy a hacer de ninguna manera”, reflexionó.

Luego de estar hablando unos quince minutos sobre este altercado en su programa, aseveró que no dirigirá nada personal contra la lingüista, recordando que ella parcialmente -como señaló en la entrevista- ha perdido la vista en un ojo y está a punto de perder el otro.

“Es como si yo me refiriera a eso (para rebatirla), tema que no tiene que ver en nada con la lingüística. Sería de muy mal gusto referirse a problemas de salud de una persona que toda su vida ha visto, a punto de quedarse ciega”, explicó.

Y cuando parecía que ya todo estaba zanjado, Marco Aurelio Denegri recalcó que Martha Hildebrandt, en materia de lenguaje, rechaza la frase ‘el uso es soberano’, pero refirió que ella, curiosamente, se somete a las imposiciones del uso.

LA LETRA CON SANGRE ENTRA
Denegri, dentro de su crítica al embate que recibió de Hildebrandt, trajo a la memoria de sus seguidores la anécdota que protagonizó Mario Vargas Llosa con la lingüista, a quien calificó de ‘muy conocida en el Cercado de Lima’.

“¡Imagínate, cómo es posible, qué se ha creído este sujeto! Yo, que lo he citado en varios de mis libros, a veces con una presentación elogiosa. En las próximas ediciones voy a quitar todos los elogios de este sujeto. ¡Qué se ha imaginado!, parafraseo Marco Aurelio a la popular ‘Marthita’, cuando aún hablaban por teléfono.

No hay comentarios: