Diario La Primera
Para el economista Pedro Páez la actual incertidumbre económica global es consecuencia de los malos manejos de los grandes bancos. Plantea una nueva arquitectura financiera.
Si bien los países avanzados consideran que el actual problema de la crisis se corregiría inyectando dinero a las alicaídas economías. No obstante, para el especialista invitado por el Centro de Planeamiento Estratégico (Ceplan), Pedro Páez, el problema que atraviesa el mundo es aún más complejo que una crisis de liquidez. Es consecuencia de la insolvencia de los bancos para pagar todos los derivados financieros que emitieron.
“Por primera vez en 100 años se realizó una auditoria de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), en relación al salvataje para ese país. Y explicaron que se dio US$ 0.7 miles millones de millones. Eso es mentira, inyectaron a la economía norteamericana US$ 16 mil millones de millones en solo uno de los programas y este monto representa el 110% del PBI de EE.UU. Acaso, ¿ha servido para reactivar la economía? Esa liquidez en pocas manos ocasionó la burbujarización de los mercados”, dijo.
Páez explicó que muchas entidades financieras internacionales han emitido derivados financieros. Estos son productos financieros cuyo valor se basa en el precio de otro activo. Por ejemplo, un futuro sobre divisas se basa en el valor (tipo de cambio) de un par de divisas.
Según el economista, los derivados financieros que emitieron los bancos han sobrepasado la producción total mundial. Estos activos contaminados representan aproximadamente US$ 1,500 millones de millones, monto mucho mayor a la producción global que alcanza US$ 63 miles de millones de millones. A esto se suma que la deuda pública global representa similar monto que de los derivados. Para Páez en algunos casos las grandes entidades financieras mundiales han vendido una onza de oro hasta por 100 veces su valor. Agregó, que de darse un escenario de crisis global en LatinoAmérica se reducirían los salarios a consecuencia de la contracción de los mercados de exportación y de los créditos y la incertidumbre en los precios de las materias primas. En esa línea, propuso medidas para librarse de la crisis mediante el desarrollo del mercado interno de la región. Entre ellas, la creación de una banca de desarrollo regional que sería el Banco del Sur; además de una red de seguridad Financiera regional que terminaría con la dependencia de los bancos centrales de los diferentes países de los bancos estadounidenses. Y un Sistema de Compensación de Pagos a fin de incentivar la exportaciones directas en la región.
Stephanía PalominoRedacción
Para el economista Pedro Páez la actual incertidumbre económica global es consecuencia de los malos manejos de los grandes bancos. Plantea una nueva arquitectura financiera.
Si bien los países avanzados consideran que el actual problema de la crisis se corregiría inyectando dinero a las alicaídas economías. No obstante, para el especialista invitado por el Centro de Planeamiento Estratégico (Ceplan), Pedro Páez, el problema que atraviesa el mundo es aún más complejo que una crisis de liquidez. Es consecuencia de la insolvencia de los bancos para pagar todos los derivados financieros que emitieron.
“Por primera vez en 100 años se realizó una auditoria de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), en relación al salvataje para ese país. Y explicaron que se dio US$ 0.7 miles millones de millones. Eso es mentira, inyectaron a la economía norteamericana US$ 16 mil millones de millones en solo uno de los programas y este monto representa el 110% del PBI de EE.UU. Acaso, ¿ha servido para reactivar la economía? Esa liquidez en pocas manos ocasionó la burbujarización de los mercados”, dijo.
Páez explicó que muchas entidades financieras internacionales han emitido derivados financieros. Estos son productos financieros cuyo valor se basa en el precio de otro activo. Por ejemplo, un futuro sobre divisas se basa en el valor (tipo de cambio) de un par de divisas.
Según el economista, los derivados financieros que emitieron los bancos han sobrepasado la producción total mundial. Estos activos contaminados representan aproximadamente US$ 1,500 millones de millones, monto mucho mayor a la producción global que alcanza US$ 63 miles de millones de millones. A esto se suma que la deuda pública global representa similar monto que de los derivados. Para Páez en algunos casos las grandes entidades financieras mundiales han vendido una onza de oro hasta por 100 veces su valor. Agregó, que de darse un escenario de crisis global en LatinoAmérica se reducirían los salarios a consecuencia de la contracción de los mercados de exportación y de los créditos y la incertidumbre en los precios de las materias primas. En esa línea, propuso medidas para librarse de la crisis mediante el desarrollo del mercado interno de la región. Entre ellas, la creación de una banca de desarrollo regional que sería el Banco del Sur; además de una red de seguridad Financiera regional que terminaría con la dependencia de los bancos centrales de los diferentes países de los bancos estadounidenses. Y un Sistema de Compensación de Pagos a fin de incentivar la exportaciones directas en la región.
Stephanía PalominoRedacción
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