martes, 18 de octubre de 2011

Compadres de la patria


Compadres de la patria

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Cuando la mayoría del Congreso ya se preparaba para ser sobre todo el hogar de una megainvestigación al pasado gobierno, el hemiciclo se ha convertido también en el escenario de un multiescándalo de acusaciones a sus miembros, oficialistas incluidos, cómo no. Así, moralizadora y moralizada, la imagen del Congreso hoy padece de doble personalidad política.
La directiva del Congreso viene actuando con gran celeridad, lanzando a los acusados (algunos, no todos, con pruebas contundentes en su contra) al caldero de la investigación. Pero la velocidad de los destapes está superando la de las intenciones moralizadoras, y el fantasma de una crisis diferente aparece en el horizonte.
Con 12 acusados y la perspectiva de más, la cosa ya está bastante complicada. ¿Hasta dónde puede subir este número sin poner en entredicho la legitimidad de la mayoría Gana Perú Posible y la existencia de todo el parlamento? De hecho las investigaciones que se inician van a llevarse de encuentro una parte importante de la capacidad legislativa de este poder del Estado.
Si nos atenemos a las puras cifras, no habría mucha novedad: hemos visto una docena de congresistas cuestionados en el anterior Congreso, y algo parecido en el anterior a ese. Lo que está haciendo la diferencia es la velocidad de los destapes, lo rotundo de las pruebas en algunos de ellos, el debilitamiento del espíritu de cuerpo que antes llevaba a las directivas a arrastrar los pies otoróngamente.
Hay además un nuevo matiz, sutil pero importante. Antes predominaban inconductas en los estilos personales, como el fraude con los gastos, juergas, o incidentes en el barrio. Ahora lo que más destaca son currículos con actividades empresariales ilícitas, algunas de gran calado. Una suerte de modernización del proverbial congresista pro-cocalero.
Desde hace largo tiempo el país viene buscando el tamiz que separe a los buenos de los malos antes de que estos últimos entren al Congreso. ¿Pero qué es lo que atrae a los malos en primer lugar? Una hipótesis es que la inmunidad, otra es que la mano libre para adelantar sus negocios, incluso se menciona la búsqueda de algún barniz de respetabilidad.
Las explicaciones y muchos de los ejemplos sugieren que ya hemos superado los tiempos en que el atractivo era acceder a un ingreso interesante por cinco años. Más bien está asomando la sombra de una simbiosis entre negocios informales y sistema electoral, con los inscritos en el JNE en el papel de carriers, ignorantes o complacientes, para toda suerte de intereses.
Mientras esta historia de congresistas truchos avanza, sectores de la oposición más avezada siguen buscando un equivalente del caso petroaudios, que en este caso despinte al nuevo gobierno, le quite las ganas de moralizar y lo debilite al grado de no poder realizar cambios dramáticos, si acaso eso está en sus planes.

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