jueves, 4 de abril de 2013

SENDERO Y LA COCA


SENDERO Y LA COCA

carlos tapia opinionPor: Carlos Tapia
1).- La confrontación entre "Feliciano" y "Artemio" ha vuelto a poner en el tapete la discusión acerca de la relación entre el narcotráfico y el despliegue senderista durante 1980-1993. En realidad, la coherencia y firmeza mostrada por Feliciano para decir la verdad, contrastó con la vacilación y tartamudeo de Artemio; y la autoridad mostrada también. Recordemos que los dos eran miembros del Comité Central, pero Feliciano era el Nº 3 de la jerarquía y Artemio el Nº 17.

2).- Para entender mejor las cosas, comencemos por el principio. Para Abimael Guzmán, hacer depender la protección de sus grupos armados del follaje de la selva y ceja de selva (hábitat de la coca), donde era relativamente escasa la masa campesina, era un grave error. Que la verdadera protección tenía que ganarse a puro punche, por las buenas o por las malas (¡muerte a los soplones!), encubiertos al interior del campesinado de la sierra. No por algo nombraron en la categoría "fundamental" al Comité Cangallo-Fajardo, donde no se siembra una sola planta de coca.

3).- El primer encuentro con el narcotráfico se da en la ceja de selva ayacuchana (Huanta-La Mar) y, como se sabe, el intento de subordinar a los cocaleros terminó en un largo y sangriento enfrentamiento (1984-1990) donde SL fue derrotado. De ahí nacieron los famosos DECAS (destacamentos de campesinos antisubversivos), con apoyo de los militares, que terminaron también beneficiando al narcotráfico de la zona. Bastaría recordar lo que era la pista para avionetas en Palmapampa en el 85 y el animoso pueblo que se convirtió después del 90.

En la zona del Huallaga, la cosa fue diferente. El "nuevo orden" senderista se instauró en una zona donde la relación con las grandes firmas del narcotráfico era pública y notoria, aprovechando la inacción o complicidad del Estado. Así, con la aceptación de los productores y poceros, SL estableció el sistema de "delegados" encargados de normar y fiscalizar las relaciones económicas entre los productores de la PBC y los "traqueteros" (acopiadores). La demanda de la hoja de coca crecía exponencialmente.

Un productor de coca ganaba alrededor de US$ 2000 por hectárea, de los dólares de fines de los años 80, y tenía que entregar al comité del partido el 20%. Los campesinos que producían menos de 50 arrobas no pagaban. Solo se podía comprar y vender la droga en ciertos lugares públicos donde el partido fiscalizaba las balanzas. Por el uso de pistas clandestinas y de acuerdo al tamaño de la carga se cobraba US$ 15 mil, aunque valgan verdades, ya las bases militares cercanas entraban con ventaja al juego, si no recordar las denuncias del "Vaticano". Primando el criterio práctico, de la triada de mandos político, militar y logístico, a este último se le encargó la tesorería partidaria: 30% quedaba en el comité y 70% se llevaba la guerrilla.

4).- Sin embargo no hay que olvidar que los 20 mil dólares mensuales que servían para el mantenimiento de la Dirección Central de SL (5 mil para la casa donde vivía Guzmán y 15 mil para los aparatos de Prensa, organización, etc) salían de la academia César Vallejo.

lunes, 1 de abril de 2013

INSOLENCIA PERDEDORA


INSOLENCIA PERDEDORA

raul wienerPor: Raúl Wiener
Hasta qué punto se puede ser de ridículo para reclamar por un medio público que la alcaldesa Villarán renuncie a su cargo después de la votación del 17 de marzo porque la mayoría de sus regidores resultaron revocados, como lo hace el despechado comentarista del Sí, Martín Santiváñez Vivanco, para variar en las páginas del diario "Correo" que casi ha logrado la unanimidad entre sus columnistas.

"...Espoleada por los periodistas que reciben grandes sumas del municipio y la sarta de incapaces que casi la conducen al cadalso, la alcaldesa aspira a perdurar", escribe este genio incomprendido que no se ha dado cuenta que hubo un veredicto claro de las urnas que le dijo NO a la pretensión de forzarla a dejar el cargo.

La mayoría de Lima, cualquiera sea sus razones, ratificó a su alcaldesa y mandó a rodar a Aldo M, Marco Tulio, Castañeda, Santiváñez y otros que se metieron a empujar la revocatoria de todas las autoridades de la ciudad para poder sustituirlas. Teniendo todas las de ganar la derecha extrema desperdició una ventaja que según las encuestas llegó en algún momento a ser del 30%.

Es verdad que Susana ha perdido a gran parte de sus regidores, pero aún no los ha ganado ninguna otra corriente, lo que significa que la lucha continúa para asegurar una alcaldía viable. Lo que está totalmente aplastado es el intento de tomar el municipio por la ventana, y expresión de la rabia que esto produce son el artículo de Santívañez, las pataletas de Mulder, el pedido de vacancia de un orate que litiga a pedido, y las malacrianzas de un juez con nombre de Malzón.

"No existe tal triunfo", grita Santiváñez, y para mostrar su sabiduría añade "una cosa es una campaña electoral financiada de manera exorbitante y otra, muy distinta, el gobierno..." Claro que es muy distinta la campaña del gobierno, como lo es comprar un pasaje y hacer un viaje, pero qué tiene que ver eso con que no haya habido triunfo. Que la campaña haya costado tal o cual dinero, ¿anula el triunfo?, si financiarse también es parte de la lucha política y normalmente a los partidos del Sí, nunca les ha faltado dinero. ¿O será que el señor Benavides que salió a apoyarlos no les quiso dar de la suya y tampoco Alan García sacó dinero de alguna de sus conferencias, y que todo salió del bolsillo de Comunicore?

En fin, se puede discutir sobre los problemas de gestión del municipio que pusieron en riesgo la continuidad del mandato de Susana Villarán, su relación con el pueblo y los problemas de Fuerza Social como partido, lo que no cabe es que los revocadores derrotados en las urnas nos quieran atarantar. El estilo Marco Turbio que descanse en paz.