Publicado: Viernes 14 de octubre del 2011 | La Primera Palabra | Imprimir | Compartir | 330 Lecturas
Pese a los esfuerzos de sectores conservadores por desacreditar al Congreso utilizando casos aislados de legisladores que incurren en actitudes indebidas o son objeto de cuestionamientos, justos o injustos, el Congreso de la República demostró ayer eficiencia y celeridad, al tomar una serie de decisiones que impactan positivamente a la ciudadanía.
En lo político, el pleno dio muestras cabales de madurez y responsabilidad, al no dejarse arrastrar por la furibunda ofensiva del Fujimorismo y el aprismo contra la ministra de la Mujer, una calculada operación orientada a privar al Ejecutivo de una de sus figuras emblemáticas.
La gran mayoría se negó a compartir la absurda intención de censurar a la ministra por culparla de la muerte de tres niños, una desgracia producto de males estructurales del Pronaa y del sistema de asistencia a los pobres, heredados por el presente gobierno; una tragedia ocurrida cuando la titular no tenía ni dos meses en el cargo.
Tan contundente fue la derrota de la censura fuji-aprista, que la censura obtuvo solo 28 votos, cifra bastante menor del total de congresistas Fujimoristas, que suman 37; y ni siquiera agrupaciones opositoras al gobierno acompañaron la insensata pretensión de censurar a la ministra.
El resultado ha fortalecido al Poder Ejecutivo y se ha sumado a la cadena de fracasos de quienes buscan obsesivamente debilitar al gobierno y desestabilizarlo. No pudieron antes conseguir sus objetivos de sacar del gobierno al jefe de Devida ni a la ministra de Cultura, ni prosperaron sus intentos de desacreditar y minar la autoridad del Canciller de la República.
Ello no significa, por cierto, que los esfuerzos del sector menos reflexivo de la oposición, de seguir atacando, con un acompañamiento mediático que hace recordar la guerra sucia electoral, y ya la ministra de la Mujer ha dicho que espera nuevas agresiones contra su persona, a las que está dispuesta a hacer frente.
El Poder Legislativo se desempeñó además con celeridad al designar a los integrantes de la comisión investigadora de la corrupción del fenecido quinquenio aprista, incluyendo a prestigiosos parlamentarios que alientan la confianza en que esta vez no se impondrá la impunidad.
También hubo agilidad en la nominación de los miembros de la comisión investigadora del escandaloso manejo de recursos destinados a la reconstrucción de la zona afectada por el terremoto del 2007 y de la punible ineficiencia en esa frustrada tarea; y al dar facultades investigadoras a la Comisión de Educación para que investigue el no menos escandaloso caso de la remodelación del Estadio Nacional.
Igualmente definió sin mayores problemas el pleno legislativo, la anulación de una disposición transitoria que daba privilegios a un grupo de veteranos diplomáticos. Y todo en una jornada.
Es pertinente descatar la conducción de los debates sobre esos temas, que mantuvo el orden de los mismos, sin dar paso a exabruptos de ningún tipo
En lo político, el pleno dio muestras cabales de madurez y responsabilidad, al no dejarse arrastrar por la furibunda ofensiva del Fujimorismo y el aprismo contra la ministra de la Mujer, una calculada operación orientada a privar al Ejecutivo de una de sus figuras emblemáticas.
La gran mayoría se negó a compartir la absurda intención de censurar a la ministra por culparla de la muerte de tres niños, una desgracia producto de males estructurales del Pronaa y del sistema de asistencia a los pobres, heredados por el presente gobierno; una tragedia ocurrida cuando la titular no tenía ni dos meses en el cargo.
Tan contundente fue la derrota de la censura fuji-aprista, que la censura obtuvo solo 28 votos, cifra bastante menor del total de congresistas Fujimoristas, que suman 37; y ni siquiera agrupaciones opositoras al gobierno acompañaron la insensata pretensión de censurar a la ministra.
El resultado ha fortalecido al Poder Ejecutivo y se ha sumado a la cadena de fracasos de quienes buscan obsesivamente debilitar al gobierno y desestabilizarlo. No pudieron antes conseguir sus objetivos de sacar del gobierno al jefe de Devida ni a la ministra de Cultura, ni prosperaron sus intentos de desacreditar y minar la autoridad del Canciller de la República.
Ello no significa, por cierto, que los esfuerzos del sector menos reflexivo de la oposición, de seguir atacando, con un acompañamiento mediático que hace recordar la guerra sucia electoral, y ya la ministra de la Mujer ha dicho que espera nuevas agresiones contra su persona, a las que está dispuesta a hacer frente.
El Poder Legislativo se desempeñó además con celeridad al designar a los integrantes de la comisión investigadora de la corrupción del fenecido quinquenio aprista, incluyendo a prestigiosos parlamentarios que alientan la confianza en que esta vez no se impondrá la impunidad.
También hubo agilidad en la nominación de los miembros de la comisión investigadora del escandaloso manejo de recursos destinados a la reconstrucción de la zona afectada por el terremoto del 2007 y de la punible ineficiencia en esa frustrada tarea; y al dar facultades investigadoras a la Comisión de Educación para que investigue el no menos escandaloso caso de la remodelación del Estadio Nacional.
Igualmente definió sin mayores problemas el pleno legislativo, la anulación de una disposición transitoria que daba privilegios a un grupo de veteranos diplomáticos. Y todo en una jornada.
Es pertinente descatar la conducción de los debates sobre esos temas, que mantuvo el orden de los mismos, sin dar paso a exabruptos de ningún tipo
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