EL APRA Y EL ARTE DE LO POSIBLE

Javier Torres Columnistas | Enero 11, 2011 EL APRA Y EL ARTE DE LO POSIBLE El conflicto entre Mercedes Aráoz y Jorge del Castillo parece llegar a su clímax, sin que quede muy claro para nadie cuál es el problema en concreto. Los afanes de “pureza” con los que la candidata del Partido de la estrella quiere excluir al indiscutido “Número 2” del APRA de la lista parlamentaria, no convencen a nadie. Mientras que aumenta la sospecha que en realidad la ya inscrita candidata estaría buscando una salida honrosa ante el anunciado fracaso de su candidatura.



Del Castillo apela al respeto de las normas en un Partido donde la última palabra siempre la ha tenido ‘El Jefe’, antes Víctor Raúl Haya de la Torre, hoy Alan García. En ese sentido, pareciera que la balanza se inclinaría hacia ‘Meche’, sin embargo la pregunta que uno se hace es: ¿Qué gana el Presidente de la República dejando de lado a quien fue su más fiel escudero en sus horas más difíciles? ¿Acaso se va a librar de que parte de la ciudadanía deje de creer que hay corrupción en su actual gobierno? ¿Va a dejar de lado a uno de los mejores congresistas que el APRA ha tenido en las ultimas dos décadas?



Quienes piensan que el ex Primer Ministro dejó de ser necesario para el Presidente de la República olvidan que, en el próximo período, lo más probable es que el Partido Aprista cuente con una cuota de congresistas que sea clave, tanto en un rol opositor como en la posibilidad de tejer alianzas, y para ello deberá contar con operadores que sepan manejarse en un contexto de ese tipo. Esto lo sabe muy bien Alan García que además, como ya ha anunciado, se volverá a hacer cargo del Partido una vez que deje Palacio de Gobierno. Y para hacerlo con la mayor tranquilidad, lo más conveniente para él es que Del Castillo esté en el Congreso.



Resulta improbable que Del Castillo falle en su objetivo: estar en el próximo Congreso. Mientras que lo más probable es que, en nombre del ‘pueblo aprista’ del que tanto habla -pero tan poco conoce- Mercedes Aráoz termine abandonando la carrera electoral o, peor aún, termine siendo abandonada por el APRA. Un partido que ha demostrado, en sus ochenta años de historia, que las elecciones no solo sirven para acceder al gobierno, sino para continuar existiendo desde la tribuna parlamentaria, y que la política es “el arte de lo posible”.

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