domingo, 20 de noviembre de 2011

- Diario La Repùblica.

Caja de sorpresas

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Las lecciones valiosas de don Luis Bedoya Reyes.
Luis Bedoya Reyes, el fundador del PPC y uno de los políticos más importantes de la historia reciente del país, fue condecorado el viernes por el presidente Ollanta Humala con la Orden del Sol, y pronunció un discurso con mensajes y lecciones que, de ser seguidos, ayudarían mucho a que este lustro sea un período notable para el Perú.

La del viernes en Palacio fue una ceremonia magnífica. Primero, por la concurrencia plural en un contexto en el que el país necesita tender puentes entre sectores que piensan distinto. Segundo, sin duda, por el homenaje merecido a quien, como señaló el presidente Humala, el país le reconoce decencia, honestidad y defensa de la democracia. Tercero, porque el homenaje también habla bien del que le otorga la condecoración, el presidente Humala, pues proyecta espíritu de apertura.

“Es usted una caja de sorpresas, pero de sorpresas gratas, cada vez más firme y sereno”, le dijo Bedoya a Humala en un discurso notable en el que elogió su capacidad de lograr el aterrizaje de candidato a presidente: “Allí está la expresión más nítida de lo que es serenidad, ponderación y equilibrio; ojalá la siga luciendo por todos los años que le esperan”.

En un momento en el que el presidente Humala está en medio de definiciones cruciales sobre la estrategia a seguir en su gobierno con el fin de armonizar la inversión con la gente para concretar el ansiado crecimiento con inclusión social, y en el que el riesgo principal son las amenazas de los extremistas de ambos lados del tablero, el discurso de Bedoya es valioso pues transmite mensajes muy relevantes para varios destinatarios.

Primero, al país, al coincidir con el camino que Humala está escogiendo. Segundo, a Humala, al recomendarle que persevere en el camino de combinar “el progreso y la asimilación de los marginados”. Tercero, a su partido, el PPC, cuyo resultado electoral de ayer transmite su invicta vocación de perseverar en el error. Y, cuarto, a lo que Diario 16 llamó ayer, con acierto, “la derecha bruta”, es decir, esos sectores que se manifiestan a través de algunos medios que se niegan a reconocer el “reajuste” de Humala al que alude Bedoya y continúan con la misma guerra sucia y mentirosa que desarrollaron durante la campaña electoral. Ojalá que el mensaje llegue y sea bien entendido.

Volviendo al homenajeado, su discurso del viernes me produjo un sentimiento encontrado pues, siendo tan gratificante escucharlo, por comparación con la mayoría de políticos actuales, recuerda cuán bajo ha caído nuestra política.

Tengo la sensación de que Bedoya fue el gran presidente que el Perú se perdió en el siglo pasado y que su gobierno pudo habernos ahorrado el colapso que produjo la primera administración de Alan García, o ser el fujimorismo sin Fujimori, es decir, sin autocracia, corrupción ni violación de derechos humanos.

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