martes, 24 de enero de 2012

NO A SENDERO, NO A MOVADEF

Ene. 20 2012

NO A SENDERO, NO A MOVADEF

Escrito por: Jose Alejandro Godoy en Uncategorized
Si hay un tema en el que nunca se debe tener ambigüedades es en el rechazo a Sendero Luminoso. Como bien señala la Comisión de la Verdad y Reconciliación, al inicio de su capítulo sobre dicha organización:
El Partido Comunista del Perú, conocido como Sendero Luminoso (PCP-SL), es una organización subversiva y terrorista, que en mayo de 1980 desencadenó un conflicto armado contra el Estado y la sociedad peruana. La CVR ha constatado que a lo largo de ese conflicto, el más violento de la historia de la República, el PCP-SL cometió gravísimos crímenes que constituyen delitos de lesa humanidad y fue responsable del 54% de víctimas fatales reportadas a la CVR. En base a los cálculos realizados, la CVR estima que la cifra total de víctimas fatales provocadas por el PCP-SL asciende a 31,331 personas.
Y de allí que sea importante recordar lo letal que fue SL para todos los peruanos. Este reportaje de Bruno de Olazabal, elaborado para el Instituto de Defensa Legal, muestra el horror que representó esta organización, en términos de muerte y destrucción que intentaron justificar, que intentaron justificar en nombre de una ideología trasnochada (peor aún, tomando como base una interpretación antojadiza del marxismo) y aprovechando de muchos de los defectos de la sociedad peruana:
Hoy los familiares de los senderistas y sus abogados intentan que su brazo político, el MOVADEF, sea inscrito como partido ante el Jurado Nacional de Elecciones. Una cuestión que debe ser tajantemente rechazada por razones éticas: el MOVADEF no claudica sobre ninguna de las banderas del denominado “pensamiento Gonzalo” y, peor aún, propone una amnistía general para todos los perpetradores de violaciones de los derechos humanos ocurridas entre 1980 y 2000.  Y la CVR fue clara en señalar que Sendero Luminoso no tiene cabida en el sistema democrático peruano (remarco esto porque no falta alguno en repetir como loro lo que dice el fujimorismo. Lean el Informe Final o su versión abreviada. Lean).
Para quien quiera profundizar en que es MOVADEF y porqué insistimos en que es un organismo de fachada de Sendero Luminoso, puede leer este reportaje de Noticias SER que muestra como es el monstruo por dentro.
Claro está, como lo indica Patricia del Río, no son los únicos que proponen el “borrón y cuenta nueva” para crímenes tan execrables:
Aunque suene a locura, Crespo no está solo: el ex congresista Javier Valle Riestra hace años que sostiene que la pacificación del Perú pasa por el perdón y libertad de Víctor Polay Campos. El ex ministro de Trabajo Rudecindo Vega declaró, cuando aún formaba parte del Ejecutivo,  que debíamos  “dar amnistías en todos los sectores”.  El fujimorismo no se ha quedado atrás y cuando se le pregunta a su vocero  Rolando Reátegui sobre una posible amnistía general responde que hay que someterla a debate y  referéndum. Y cómo olvidar los pedidos del ex ministro de Defensa Daniel Mora para que se liberen a Fujimori, a Antauro Humala y a los militares involucrados en casos de violación de Derechos Humanos.  Etnocaceristas, militares, terroristas y fujimoristas acarician desde sus distintas esquinas y sus diversas motivaciones, la misma idea: abrir las puertas de las cárceles para que todos los que mataron impunemente o permitieron que otros maten, salgan a las calles.
Más allá de la indignación (que ha abarcado desde la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos hasta el PPC), las marchas y las protestas reales y virtuales que se puedan producir frente a este intento del MOVADEF por aprovechar la legalidad para sus protervos fines, es necesario tomar ciertas medidas para defender la democracia. Y esas medidas pasan por la legalidad, la política y la memoria.
En torno a los temas legales, Rosa María Palacios ha sido bastante clara:
Una revisión de la Ley de Partidos Políticos permite encontrar elementos suficientes para denegar la inscripción. Por ejemplo, dice la norma que un objetivo del partido político es “contribuir a preservar la paz, la libertad y la vigencia de los DDHH”.  ¿Puede el “Pensamiento Gonzalo”, base del ideario de MOVADEF, sostener esos principios sin provocar indignación? Sin embargo, el artículo 14 establece que la declaración de ilegalidad por conducta antidemocrática (y señala específicamente actos terroristas) solo puede ser expresada por la Corte Suprema a pedido del Fiscal de la Nación o Defensor del Pueblo. Hay aquí, por tanto, un trabajo legislativo urgente para corregir un sinsentido legal. ¿Tendría que inscribirse al MODAVEF para poder declararlo ilegal? Obviamente, no tiene sentido, pero la norma actual daría pie a esa interpretación.
Por tanto, es necesario que la modificación legal propuesta en estas semanas para hacer aún más clara la prohibición contemplada en la Ley de Partidos Políticos sea aprobada lo más pronto posible, para evitar dar algún resquicio legal a esta gente. De hecho, ya el gobierno ha presentado una propuesta de ley sobre la materia.
Lo segundo es trabajo político. Cada vez que Sendero ha querido dar sus coletazos en universidades públicas, se ha insistido mucho en la necesidad de que los partidos políticos hagan su chamba allí. Como indicó Roberto Bustamante cuando un grupúsculo senderista quiso hacer de las suyas en San Marcos hace años:
Lo de San Marcos ha sido claramente una provocación, y si algo sabemos de las provocaciones políticas es que lo que buscan es que el debate se caiga al suelo, que no se discuta, y que más bien todos estemos atemorizados o expectantes. ¿Qué buscan los que han hecho este clarísimo acto de provocación? Una reacción violenta. Lo han hecho antes, lo hacen ahora, y así buscarán decir “teníamos la razón”. Been there, done that.
¿Qué hacer? Organizarnos. El doble. El triple. Estar alertas. Pararnos al frente y no pisar el palito, porque ellos van a aprovechar cualquier cosa para decir “allí, está, teníamos la razón” (así funciona su lógica). Ganarles la partida de mano. Enmendarles la plana, en los pasillos, en las aulas, en las paredes, en los patios.
En esa misma línea, va la columna de Santiago Pedraglio de hoy:
Sin embargo, la pregunta de fondo es esencialmente política: ¿Cómo un movimiento evidentemente vinculado a Sendero Luminoso puede obtener cerca de 400 mil firmas sin utilizar ningún service para conseguirlas?
La respuesta tiene mucho que ver con la situación de los partidos políticos en nuestro país.
Desde la crisis del primer gobierno de Alan García y el poderoso movimiento antipartidario que despertó el gobierno de Alberto Fujimori, los partidos no han levantado cabeza.
Salvo excepciones, solo existen para los procesos electorales. No tienen dinámica interna ni militancia activa, ni menos aún se interesan por construir fidelidad a su organización y una cultura política democrática de debate y de táctica en el ejercicio del quehacer político.
La idea de que las adhesiones políticas se deciden en los medios de comunicación, sobre todo en la televisión, hace perder todo interés por construir o solidificar colectivos partidarios en Lima y en el resto del país.
Y lo tercero es la memoria. Juan Carlos Tafur insistió en su columna del domingo sobre esta materia:
Sería bueno que este hecho sirva, de paso, para que se reflexione sobre la irresponsable insensatez de algunos sectores del país que se han dedicado toda una década a denigrar el informe de la Comisión de la Verdad por prejuicios nimios. O a tratar de sabotear que se erija el Lugar de la Memoria. Bajo el falaz argumento de que ambos esfuerzos contienen un maquillaje del horror terrorista, se ha impedido que el país, y en especial la juventud, conozca una historia que no vivió en carne propia.
Lo último que el país debía haber hecho respecto de los años del terror era ponerle una lápida encima. Y en ese contexto resalta la pasmosa frivolidad asentada detrás del discurso que ha logrado construir la idea de que cualquier preocupación por los derechos humanos o los fueros legales revela una actitud “proterrorista” (¿?).
(…)
Cuando una tragedia colectiva como la sufrida por el Perú se trata de olvidar solo para esconder errores políticos de los gobiernos que la afrontaron, se termina por abrir las esclusas para que reaparezcan actores que, a causa de ello, han perdido la noción de lo que ocurrió.
Y creo yo que este último aspecto ha sido parte de la clave para que muchos políticos hayan querido enterrar el Informe Final de la CVR en un estante o hayan querido que se olvide. Si bien es cierto que la democracia no puede ser boba frente a Sendero Luminoso, durante los años del terror varios agentes del Estado cometieron graves violaciones a los derechos humanos, con los gobiernos mirando hacia el techo y, en el caso de Fujimori, con su consentimiento delictivo en las acciones del grupo Colina. Y parte de la sociedad, lamentablemente, comparte el “sinsentido común” expresado alguna vez por Raúl Romero:
Y si se hablaba de la Cantuta, de Barrios Altos y de cierto control del Poder Judicial, a muchos de nosotros, desgraciadamente, nos parecía tolerable. Que me perdonen las víctimas, pero desde el punto de vista macropolítico nos parecía que era un precio a pagar.
Ninguna vida es un precio a pagar. Esa es la lógica que Sendero quiso imponerle al país con su baño de sangre y en la que, desafortunadamente, algunos peruanos cayeron e intentan justificar hasta el día de hoy. Y otros aplican la misma lógica para justificar otras muertes, cometidas por agentes estatales. Si queremos diferenciarnos de la barbarie, no actuemos como ellos. La democracia peruana debe preservarse, comenzando por los valores éticos que están en su base: el respeto a la ley y a los derechos humanos. Por ello, no a MOVADEF.
MAS SOBRE EL TEMA:
Una visión complementaria, sobre lo que se debe hacer en la escuela frente al senderismo, vía El Morsa
Como anticipamos la semana pasada, hoy veremos algunas proyecciones de las elecciones internas en el Partido Republicano. Hasta el momento, se han celebrado el caucus en Iowa y las primarias en New Hampshire, en las que el vencedor ha sido el ex gobernador de Massachussets Mitt Romney.
De ganar este sábado las primarias de Carolina del Sur, resulta bastante probable que Romney sea el candidato presidencial republicano. El estado antes mencionado es uno de los más conservadores del país y, según los sondeos de opinión, Romney aparece como el único que podría ganarle a Obama.
En estos años, los republicanos se han ido aun más a la derecha. En términos económicos, apuestan por no aumentar los impuestos, sobre todo a los sectores más ricos del país, a quienes muchos perciben como corresponsables de la crisis económica. Mientras que en lo que se refiere a términos de la vida privada de las personas, buena parte de la base del voto republicano, representado en el Tea Party, apuesta, entre otras banderas, por la negación del cambio climático, un retroceso en el reconocimiento del matrimonio homosexual, la discusión de la teoría de la evolución de Darwin y el fundamentalismo religioso.
Si bien el Tea Party fue efectivo para que, en varios momentos, los republicanos pusieran a salto de mata a Obama, ha dejado al partido bastante cerca de los extremismos. Y ello resulta complicado en un país donde gana quien se ubica al centro. Peor aún, Romney ha tomado banderas radicales en las que antes no creía (sobre todo en el tema de la salud) y dentro de su partido ha sido criticado por inconsecuente.
Dos temas complican a Romney. El primero es la religión. El ex gobernador es mormón, creencia respetable, pero con la que sólo 3 de cada 10 norteamericanos se siente cómodo. El segundo está en la trayectoria de negocios del candidato, quien ha reconocido que su firma de inversiones Bain Capital tuvo efectos desastrosos para varios negocios y que paga menos impuestos que el común de la gente.
A ello se suma lo indicado por el analista Andrés Oppenheimer: el voto hispano le será difícil de conseguir a Romney, debido a sus posturas antimigratorias. Dado que es la primera minoría, este voto es clave. Y ello le permite concluir a Oppenheimer, que, salvo que la economía empeore, Obama ganaría. Veremos la siguiente semana si esta afirmación es correcta.
(Columna publicada en Diario 16 el 19.01.2012)
MAS SOBRE EL TEMA:
De cómo una joven peruana confronta a Romney en temas migratorios (vía Perú.21) Sí, Oppenheimer is right.
En el otro lado, el fan número 1 de Romney es Alditus.
El acontecimiento político internacional más importante del año será el proceso electoral presidencial en Estados Unidos, cuyas repercusiones impactarán en el resto del mundo. A lo largo de tres semanas les brindaremos en este espacio algunas herramientas para comprender el proceso.
En Estados Unidos el Presidente es elegido en forma indirecta. El primer martes de noviembre de cada cuatro años, los ciudadanos inscritos para votar – el sufragio no es obligatorio –, al marcar por el candidato de su preferencia, en realidad optan por los 538 delegados al Colegio Electoral que se encargará, en última instancia, de cumplir con el acto formal de elección.
Caben dos atingencias adicionales: el candidato ganador en cada Estado se lleva la totalidad de votos del Colegio Electoral correspondiente a dicho territorio, y se requieren al menos 270 votos en esta instancia para ser electo Presidente. Si no se alcanza esa cifra, el Congreso deberá elegir al mandatario.
Si bien hay varios partidos en Estados Unidos, dos son las identidades políticas principales. En términos gruesos: los republicanos proponen una menor regulación en la economía, más autonomía de los estados y una mayor intervención en la vida privada de las personas, mientras que los demócratas tienen una visión opuesta.
Estas visiones generales se matizan dependiendo del candidato, así como por los temas que interesan a cada uno de los estados que conforman el país y los distintos públicos a los que se dirigen los postulantes.
También debe tenerse en cuenta la importancia de la religión en Estados Unidos. Si bien se trata de un país que no tiene una confesión religiosa oficial, la mayor parte de candidatos apelan al sistema de creencias y valores del ciudadano común y corriente. Es muy difícil que un candidato abiertamente ateo gane una elección en dicho país. Este factor es más importante para los republicanos y para varios estados, pero los demócratas toman también en cuenta esta condición.
Durante el primer semestre del año electoral, los partidos organizan procesos de selección de su candidato presidencial, elecciones a las que se le conoce como primarias. Estas elecciones tienen distintas variantes, dependiendo de cada estado, lo que incluye la posibilidad de permitir el voto a independientes. En algunos estados se organizan ‘caucuses’, una forma de designación especial de delegados. El proceso termina en una Convención Nacional, en agosto, donde se proclama al candidato presidencial.
La próxima semana veremos las primarias y ‘caucuses’ republicanos.
(Columna publicada en Diario 16 el 12.01.2012)
Este blog se tomará unas cortas semi - vacaciones.
Decimos semi porque, como de costumbre, todos los jueves saldrá publicada aquí la columna que escribimos para Diario 16.
Y les dejamos un regalo. Desde hoy y durante los días de la semana que estemos de ausencia, pueden disfutar de 2011: Odisea de una campaña. Nuestro relato acerca de lo que fue uno de los procesos electorales más intensos de las últimas décadas. Cada día, un post en este blog alojado en La Mula.
Volvemos con el ritmo habitual el 30 de enero. Hasta más vernos.
Comments Comments Off
Ayer, La Mula presentó un informe sobre la formación del Partido Kausa Perú. Un grupo de ciudadanos que votaron por Pedro Pablo Kuczysnki en la primera vuelta de las elecciones presidenciales 2011 ha querido continuar con un incipiente movimiento político, en forma más institucional.
Se ha dicho mucho de los PPKausas durante y luego de las elecciones. Mejor dicho, se ha rajado mucho, sobre todo de aquellas personas cuyo activismo político fue circunscrito a poner un par de badges en Facebook, hacer campaña entre sus patas (que pensaban como ellos) y a no dar mayores razones para votar por su candidato salvo que “era el mejor”. Esta suerte de pose e ingenuidad política se llevó de encuentro cualquier cosa que otros simpatizantes de PPK hicieran más allá de las redes sociales, pues sí tenían la convicción clara de que las propuestas de su candidato eran las mejores para el país. De allí que, cuando se difundiera la noticia de la campaña de inscripción de la agrupación en ciernes, los comentarios en redes sociales fueran más bien burlones.
Como señala Carlos Meléndez, tampoco este sector fue totalmente en mancha a votar por Keiko Fujimori en segunda vuelta (transformándose en PPKeikos):
Efectivamente, si un ciudadano votó por PPK en la primera vuelta (1), hay más posibilidades que hayan votado por Keiko Fujimori para la segunda. Entre toda la población encuestada, Fujimori obtuvo el 42.4% de los votos; entre los PPKausas dicho porcentaje se eleva a 57.4%. Pero, es falso que todo PPKausa diera su voto al fujimorismo en el ballotage. De hecho, hubo un 21.6% que votó por Ollanta Humala (claro, no serían parte del “hard core” del empresario). Es más, el porcentaje de voto en blanco y viciado entre ellos se eleva al doble (16.7%). Por lo tanto, el voto por PPK se dividió significativamente a favor de Fujimori, pero también se fue en proporciones no pequeñas a Humala y entre los blancos y viciados, a pesar de las declaraciones públicas y endose que dio a dicha candidata.
El tema es que este sector se siente representado por PPK y por las ideas que propugnó en campaña. ¿Cuáles ideas? Como señala Rodrigo Barrenechea en su artículo sobre el candidato de Alianza Para el Gran Cambio en Post Candidatos, Kuczysnki se posicionó en aquel sector de peruanos que se encontraba satisfecho con los logros económicos obtenidos durante esta década y que consideraba que su candidato era el mejor para continuar con dicha senda de crecimiento. En el fondo, existe en buena parte de sus votantes una valoración positiva del éxito personal basado en lo estrictamente económico.
De hecho, los marketeros de PPK - según ellos mismos le señalaron a Barrenechea - enfatizaron mucho en la imagen personal del candidato como modelo de éxito: un banquero millonario, que pudo llegar alto gracias a su esfuerzo personal y que ha servido al país como funcionario público. Lo que me lleva a una pregunta: ¿por qué este grupo de peruanos no busca esta misma opción política en el PPC, que ha buscado enfatizar en lo mismo?
El problema de un incipiente partido como éste se encuentra en los límites de este sector antes que en las características de sus activistas. El voto de PPK se concentró en Lima y, sobre todo, en clases altas y medias. Lo que lo convierte en un fenómeno urbano y limeñocéntrico.
Mejor dicho, concentrado en la Lima más tradicional y la más integrada al discurso arriba señalado. Vean este mapa de @fjsistemas sobre el voto limeño en primera vuelta. En celeste el voto por PPK, en naranja por Keiko y en rojo por el hoy presidente Humala:
Y ni siquiera podriamos decir “juvenil” porque, como mostró en su momento Roberto Bustamante, el voto joven, más bien, se iba con otros candidatos ya en las encuestas de IPSOS Apoyo de la última semana:
A ello sumemos una dificultad adicional: el discurso. Así como se critica a los jóvenes socialdemócratas (lo que sus detractores llaman “caviares”, aunque el mote se lo chantan hasta al liberal de derechas Vargas Llosa) que su discurso apela a los ya convencidos y que se nota cierto tufillo de “superioridad moral” cada vez que opinan sobre política, lo mismo, pero hacia la derecha, pasa con los PPKausas. Al quedar atrapados en el mismo mensaje pierden la oportunidad de llegar a otros ciudadanos. Y decir que “ser PPKausa es un sentimiento” está bien para una charla de Miguel Ángel Cornejo, pero no para construir una identidad política.
Si los seguidores de PPK quieren formar un partido, están en su derecho. Pero es bueno que tengan claras sus limitaciones si es que quieren trascender más allá de la provincia de Lima.
(Foto: Diario 16).
El derecho ciudadano a plantear la revocatoria de las autoridades regionales y locales está reconocido por la Constitución y es desarrollado por la Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadanos. Por tanto, no puede calificársele de medida ‘antidemocrática’ per se.
Punto distinto es analizar los efectos que la revocatoria introduce en un sistema político precario como el peruano. Desde el primer día de gestión de muchos alcaldes y presidentes regionales, surgen los opositores de turno quienes plantean emplear este mecanismo para enviar al rival político a su casa.
De allí que esta semana viéramos a varios peruanos comprando kits electorales en la ONPE, pero que también tengamos un bajo número de solicitudes admitidas y, dentro de ellas, a pocas autoridades revocadas, de acuerdo a las cifras que maneja el Jurado Nacional de Elecciones.
Este proceso ha tenido mayor impacto por la compra de siete kits electorales para intentar llevar a consulta la permanencia de la Alcaldesa Metropolitana de Lima. Un hecho llevado a la práctica por personajes que se debaten entre el pedido legítimo, la figuración política y la defensa de agendas particulares. Amén de los intereses políticos y empresariales señalados por Juan Carlos Tafur y Juan Sheput en sus respectivas columnas.
¿Villarán merece ser revocada? Creemos que no. Su gestión no es el desastre que todos los días Aldo Mariátegui intenta vendernos, ni la alcaldesa es vaga. Villarán ha tenido una gestión más transparente que su predecesor y está comprándose pleitos serios en el tema del transporte urbano. También se reconocen en su haber obras propias y la conclusión de varios de los proyectos de gestiones anteriores.
La alcaldesa ha tenido errores que ella misma ha reconocido – demora en ordenar el comercio ambulatorio, los problemas con La Herradura -, pero, sobre todo, la MML ha carecido de una estrategia política para vender mejor una gestión más abierta y con menos énfasis en el cemento que Castañeda, en una ciudad acostumbrada a valorar a sus alcaldes por la cantidad de placas con su nombre que ve a su alrededor.
El efecto de incertidumbre que una revocatoria puede producir en Lima es algo que debe evitarse. Pero Villarán deberá colaborar para ello con un mejor trabajo político durante los tres años que le quedan de mandato. Sus defensores o sus críticos no deben basarse en que “es de izquierda”, sino en los resultados de su gestión.
(Columna publicada en Diario 16 el 05.01.2012)
LAS OPINIONES DE: Álvarez Rodrich, Lauer, Meléndez, Ortiz Bisso y Tuesta
Mal día para Luis Castañeda Lossio. Hoy se hizo público su incorporación formal como procesado en el caso Comunicore. Además de la resolución completa, difundida vía la cuenta Twitter del programa Tribuna Abierta (dirigido por Rosa María Palacios), pueden ver el siguiente resumen vía El Comercio:
De acuerdo a la resolución —difundida por el programa “Tribuna Abierta” a través de su cuenta en Twitter— se dispuso abrir instrucción contra Castañeda Lossio por el delito contra la administración pública en la modalidad de colusión desleal y malversación de fondos, en agravio de la Municipalidad Metropolitana de Lima “dictándose contra el referido denunciado mandato de comparecencia restringida”. Con ello no puede cambiar de domicilio, debe firmar cada mes un cuaderno de control y pagar S/.30.000 como caución o garantía. Asimismo, pesa el impedimento de salida del país sobre el ex candidato presidencial.
Castañeda, según el documento, ha sido citado “bajo apercibimiento de ser declarado reo ausente”. Además, se ordena “su captura a nivel nacional en caso de inconcurrencia”. Asimismo, el Poder Judicial ha establecido que se levante el secreto bancario del ex burgomaestre “para que a través de la Superintendencia de Banca y Seguros las entidades financieras y bancarias informen sobre sus movimientos” bancarios.
El 16 de enero, el ex alcalde va a tener que brindar su instructiva por este caso.
Pero no ha sido la única pepa de Tribuna Abierta. En su activa cuenta de Twitter, han publicado los detalles de los contratos del abogado Marco Tulio Gutiérrez, principal impulsor de la revocatoria contra la alcaldesa Villarán, con la Municipalidad Metropolitana de Lima durante la era Castañeda. En total, Gutiérrez ganó en el segundo periodo de Castañeda la friolera de S/. 72,000 por asesoría legal. Hablan las imágenes:
También pueden ver lo que señala el Portal de Transparencia Económica del MEF:

Como diría el ex alcalde: je, je, je.
ACTUALIZACION (10:10 PM): La Mula le preguntó a Gutiérrez sobre este asunto y respondió lo siguiente:
Ni siquiera me acordaba de la bendita consultoría. Pero si usted ingresa a mi página web ahí está la Municipalidad de Lima. Nosotros no ocultamos ninguna información. Lo hemos puesto porque era nuestro cliente. Yo no siento que deba asustarme o sentirme incómodo. ¿He trabajado con él? Nunca, jamás. De todas esas consultorías recuerdo que la única vez que me reuní con el señor Castañeda fue para explicarle el tema de las competencias metropolitanas del proyecto Lima y Callao, las demás veces ni siquiera he ido”, declaró.
Y sobre su amigo Castañeda dijo:
“Hay mucha gente que me dice. ¿Porqué no hiciste lo mismo con Castañeda? Castañeda fue un alcalde con alta aceptación ciudadana. Si usted me pregunta por el caso Comunicore, eso es un problema judicial. ¿Qué tiene que ver eso con si una gestión fue eficiente o no? Esas son cosas totalmente diferentes”, finalizó.
Saquen ustedes sus propias conclusiones.
Uno de los temas recurrentes de este blog es la necesidad de un canal de televisión pública. Reitero, televisión pública y no estatal, pues esta última se presta a convertirse en la televisora oficial del partido de gobierno de turno.
El segundo gobierno de García le generó varios sobresaltos al canal, sobre todo con sus presidentes y su vinculación con la cobertura informativa. Las gestiones de María del Pilar Tello, Alfonso Salcedo y Ricardo Ghibelini tuvieron severos problemas por la visión que tenían sobre la cobertura de las actividades oficiales (sobre todo, presidenciales) y por su extrema cercanía al gobierno de turno. Solo con la gestión de Maria Luisa Málaga, al final del gobierno aprista, se consiguió (a trompicones) cierta neutralidad en la cobertura informativa y un nivel de gerencia competente que hacía años no tenía la televisora.
De hecho, el actual gobierno reconoció dicho rol y ha confirmado la presencia de Málaga en lo que va de gestión, con lo que el canal mantiene cierto nivel de calidad en la parte cultural y algo de neutralidad en la parte informativa (digo algo porque, para variar, el resumen de fin de año del 7 parecía hecho en la Secretaría de Prensa de Palacio de Gobierno).
Pero a fines de año, Oscar Valdés anunció que el IRTP (que comprende a TV Perú, Radio Nacional y Radio La Crónica) volvería a la Presidencia del Consejo de Ministros, luego de su permanencia en el sector Cultura.  El anuncio motivó varias suspicacias, como las expresadas hoy por Nelson Manrique:
Salvo que alguien demuestre lo contrario, el lugar natural para cumplir esta agenda es el MinCult, del cual dependían hasta aquí. No hay argumento técnico que justifique transferirlos a la PCM, y la razón que se esconde detrás de esta decisión es entregar el control de los medios del Estado al premier Óscar Valdés. Conociendo cómo entiende este el diálogo con los movimientos populares que se oponen a iniciativas gubernamentales, especialmente en el conflicto entre la minería y los movimientos sociales de defensa del medio ambiente, no parece que bajo su dirección estos medios serán usados para promover “el fortalecimiento de la tolerancia y el diálogo social”, ni que debamos esperar una ola de estrenos en TV Perú para “promover las expresiones multiétnicas y pluriculturales de la Nación”. Para ubicar en qué dirección marchamos es bueno recordar que entre las expectativas que despertó la elección de Ollanta Humala estaba la de que César Hildebrandt pudiera por fin volver a la TV, sin tener que arrodillarse ante los intereses de los grandes grupos empresariales que controlan los medios.
No comparto algunos de los entusiasmos que tenía Manrique respecto a la televisión estatal en este gobierno (no me imagino a Hildebrandt haciendo oposición en Tv Perú), pero sí algunas de sus preocupaciones. No tanto sobre Valdés (una persona tan enigmática como su jefe), pero sí sobre lo que un canal del Estado en manos del ministerio más político de todos podría terminar siendo. Osea, lo mismo de siempre, en materia informativa. Porque los programas culturales del canal sí cumplen con aquello que él solicita.
Desde el lado del gobierno, hoy se ha hecho oficial el pase, pero con una explicación algo más coherente que “la repotenciación del canal” que indicó el titular de la PCM la semana pasada. Vía El Comercio:
Según el decreto, la PCM deberá crear una Comisión Multisectorial de carácter temporal con la finalidad de elaborar y proponer un anteproyecto de ley sobre la radio difusión estatal. Esta iniciativa deberá ser elaborada en un plazo de 60 días naturales.
De hecho, ya existía un anteproyecto sobre la materia desde la época de Alan. El problema es que nunca se discutió, debido a un problema mayor que indicó Fernando Vivas:
Cuando ganó Alan García, el Gobierno decidió mecernos con el 7, o sea hacernos creer que se iba por fin a convertir en TV pública y no gobiernista. El IRTP (la suma de TV Perú o Canal 7 más Radio Nacional) estaba en la órbita de la PCM, así que fue Jorge del Castillo el encargado de engatusarnos. Reunió a tirios y troyanos, oyó propuestas de TV plural y autónoma, y convocó, lo más tarde que pudo, pero como lo mandaba la vigente Ley de Radio y TV, a una comisión multisectorial para elaborar el proyecto de ley específico para la radiodifusión estatal.
El truco de Del Castillo fue hacer presidir la comisión por su correligionario José Luis Delgado, quien entretuvo a los comisionados (incluidos miembros de ONGpro TV pública y autónoma) para cambiar todo menos el artículo que mantiene al 7 tan sesgado como hoy: el presidente ejecutivo lo designa el Gobierno.
El proyecto es bueno, salvo el tema crucial del poder, y hay que exigir al Gobierno que termine de recabar las opiniones sectoriales y lo presente ya al Congreso. Allí se corregirá el eje de la ley. Hay dos alternativas: A) Que el Congreso elija al presidente del IRTP, lo que puede resultar en un baloteo inacabable de ilustres candidatos, y B) Que el propio directorio, formado por miembros designados por entes estatales y organismos de la sociedad civil, elija a su jefe con total libertad.
Y ese punto, probablemente, sea uno de los que defina que quiere hacer el gobierno de Ollanta Humala con el canal estatal, quien, recordemos, en un evento en IPYS señaló lo siguiente sobre los medios de comunicación estatales:
Respecto a la política de los medios de comunicación del Estado proponemos su progresiva conversión en medios públicos y descentralizados. Por lo tanto sus directorios estarán conformados por el ejecutivo, gobiernos regionales y locales,sectores de la sociedad civil, universidades públicas.
Respecto a la entidad encargada del Canal 7 y Radio Nacional proponemos lo siguiente: a) que sea plural; b) autónoma e independiente del Ejecutivo; c) representativa de los sectores sociales y mediáticos.
Veremos si el proyecto propuesto desde la PCM tiene esos componentes.
El policía de la foto se llama Elidio Espinoza. Hasta el sábado, era uno de los oficiales más controvertidos en las fuerzas del orden. Ayer, con el nuevo año, pasó a situación de retiro por renovación.
¿Por qué Espinoza se ganó la fama de personaje controvertido? Hace un par de años, Ricardo Uceda hizo una investigación para la revista Poder sobre la existencia de presuntos escuadrones de la muerte en Trujillo que eliminaban a miembros de las bandas de delincuentes que azotan la ciudad. Eliminaciones que, de acuerdo con los indicios presentados por Uceda, no se registraron en enfrentamientos armados con los policías. Y el principal implicado en uno de los pocos casos judiciales registrados era el hasta ayer coronel PNP.
Paradójicamente, cuando Elidio volvió a Trujillo el año pasado, la gente lo aclamaba. De acuerdo a lo que señaló Christopher Acosta para Infos:
La carrera policial de Elidio Espinoza empezó a tomar notoriedad durante la gestión del general Octavio Salazar en Trujillo, antes de ser ministro del Interior, y cuando fue jefe de la III DIRTEPOL. Entonces Espinoza era comandante y mantuvo muy buenas relaciones con el ahora congresista fujimorista por La Libertad. Luego fue ascendido a coronel durante la gestión del general Raúl Becerra, hoy director general de la Policía Nacional, y cuando ya existían contra él serias acusaciones. Becerra fue jefe de la Policía en esa ciudad precisamente cuando se reportó la mayoría de ejecuciones.
De la mano de Salazar y Becerra, el coronel Elidio Espinoza se hizo de excelentes relaciones con la clase empresarial trujillana. Para nadie es un secreto la especial cercanía del coronel con los más representativos empresarios liberteños. Quienes se precian de su amistad tienen en agenda el número personal de Espinoza. Algunos le agradecen haberlos salvado de ser víctimas de extorsión. ¿Cómo así? Llaman a Elidio, le dan el número desde el cual se les pide un cupo por su seguridad, y el coronel contacta con el delincuente para -con el peso y fama de su nombre- hacerlo desistir de su objetivo.
Todos en Trujillo saben quién es Elidio y de qué es capaz. El coronel no se molesta en ocultarlo.
Muchos trujillanos parten de una idea equivocada: muerto el perro, se acabó la rabia. Más allá de los debates éticos respecto a esta máxima - que tiene como idea central que el delincuente, al serlo, perdió todo derecho -, existe un problema práctico en materia de seguridad vinculado a la existencia de este tipo de escuadrones. Indica Fernando Rospigliosi:
El comienzo es la inoperancia de la policía para combatir el delito que no se atribuye a sus propios defectos sino a la falta de instrumentos letales. Lo que viene después es que los policías cobran dinero a empresarios y comerciantes para asesinar delincuentes, prometiendo que eso limpiará las calles de facinerosos.
Luego algunos delincuentes empiezan a pagarle a la policía para que no los maten (“protección”). Otros delincuentes con más dinero y poder, el crimen organizado –concretamente el narcotráfico-, contratan a esos malos policías para que eliminen a sus rivales y competidores. Los policías lo hacen y luego son premiados por su “eficacia”.
Después, los delincuentes perjudicados se organizan y se arman para responder, y empiezan a matar policías (de los malos y los buenos) y a sus rivales. Naturalmente, en medio de ese fuego cruzado caen muchísimos inocentes, ya sea porque los confunden o simplemente porque estaban en el lugar equivocado a la hora equivocada.
Peor aún, no se combaten las auténticas causas de los delitos en Trujillo. A la bonanza económica sin planificación urbana que casi siempre termina trayendo complicaciones en la seguridad ciudadana, existe un tema que no se ha afrontado adecuadamente: la capacitación y requerimiento de recursos de los agentes de justicia y seguridad en la aplicación del nuevo Código Procesal Penal, que está en vigencia en La Libertad desde 2007.
Pero volvamos a Elidio. El oficial fue procesado y finalmente absuelto. La sentencia de primera instancia ha sido criticada debido a las fallas en la valoración probatoria que tuvo la Sala a cargo del caso, como indica Uceda en un reportaje para Poder que hoy comenzó a publicar La República. Y como señalan en Infos, testimonios sobre el tema habían a montones:
El problema de fondo es que la desesperación por la situación en seguridad ciudadana nos puede llevar a salidas desesperadas y poco adecuadas como las arriba mencionadas. Comenta Augusto Álvarez Rodrich:
En seguridad, en cambio, hemos vivido creyendo que se puede posponer la solución colectiva si es que levantamos un poco más el muro de la casa y cambiamos el Cocker por un Doberman.
Eso es un error que se puede explicar pero, mejor, para hacerla corta, vean lo que ocurre hoy en México, un cuadro dramático y que aún está distante del Perú pero que, como van las cosas en el país, pues allá vamos.
Y eso es algo en lo que el gobierno, hasta ahora, está en debe.
Pasión. Quizás así podríamos definir a un año intenso. Una larga campaña electoral, Copa América, fin de un gobierno, inicio de otro, conflictos sociales, racismo, desencuentros de la memoria, crecimiento económico a pesar de la crisis internacional.
Lo mismo ocurrió afuera. Protestas en todo el mundo, primavera árabe, disconformidad con la forma como se lleva la economía, terremotos, gobiernos que salen, gobiernos que entran.
Un año en el que salió a veces lo mejor y a veces lo peor de nosotros mismos, en medio de días intensos, a veces extensos y muchos de ellos agotadores.
No se si el próximo año será igual de apasionado, pero que sea la oportunidad para que los peruanos, aunque sea un poco, comencemos a escucharnos y comprendernos mejor. Para que nos insultemos menos, para que nos etiquetemos menos, para ponernos en los zapatos del otro.
Basadre decía que “Problema es, en efecto y por desgracia el Perú; pero también felizmente, posibilidad”. Que en el 2012 sigamos siendo ya no solo una posibilidad, sino también una realidad.

No hay comentarios: