domingo, 21 de agosto de 2011

Gula papal

Gula papal

Por Mirko Lauer
Al parecer algo repuesto del susto causado por los repetidos escándalos de pedofilia entre sus obispos, el Vaticano se ha vuelto a poner los hábitos extra-large de la superioridad moral. En España el Papa ha lamentado que allá exista “una especie de eclipse de Dios”, y aquí en el Perú acaba de lanzar una nueva andanada en el criollísimo asedio del Cardenal Juan Luis Cipriani a la PUCP.
Por qué el Vaticano toma abierto partido por un arzobispo pendenciero y balbuceante contra una de las universidades más prestigiosas del país sigue siendo un misterio. La versión según la cual es el Opus Dei que quiere sumar un importante centro educativo a los muchos que ya maneja no llega a explicar del todo la mala uva contra la PUCP. Además gente del Opus dice en privado que no le gusta nada el acoso a esa universidad.
Lo que el Vaticano, en los hechos un Estado con representación diplomática en el país, está haciendo es entrometerse en un aspecto de los asuntos internos de su anfitrión. Su comunicado pretende operar como una suerte de decreto supremo transnacional en un tema educativo, con el deleznable argumento del uso de las palabras católica y pontificia en el nombre de la PUCP.
A cambio de esta suerte de franquicia (aunque hasta donde sabemos ninguna de las dos palabras está registrada en Indecopi) la universidad del antiguo Fundo Pando debe pasar el poder de la Asamblea Universitaria para nombrar a su rector a manos del Arzobispo de Lima. Seguramente una práctica en los centros educativos de la derecha católica aquí en el Perú.
¿Por qué esta extraña iniciativa? ¿Y por qué ahora? Una explicación política es que la candidata de Cipriani acaba de perder las elecciones, y por mucho que Ollanta Humala le dé besitos al rosario, es evidente que la influencia del arzobispado va a menguar. De modo que ha sido necesario empezar a importar fuerzas del exterior, la veterana brigada Ratzinger.
Parte de la mengua en el peso de Cipriani se debe a que este no puede mantenerse alejado de la política terrenal peruana, para la cual hay que decir que tiene poco talento. El estilo florentino no produce automáticamente un Maquiavelo, y este monseñor no tiene dedos de organista. Es obvio que la independencia de la PUCP va a sobrevivir su permanencia en el cargo.
Si el Vaticano sinceramente quiere aportar a la marcha de la PUCP, debe comprender que solo podrá hacerlo si se libra de una persona tan contenciosa como Cipriani en el Arzobispado de Lima y respeta a los católicos de ese centro de estudios. Entendemos que el Vaticano envía nuncios a los países para hacer una política independiente de los intereses particulares de los miembros locales de su Iglesia. Pues que lo haga.
Quienes con toda razón se quejaron de que hace poco el presidente ecuatoriano Rafael Correa aludiera críticamente a un diario peruano sin duda harán lo mismo ahora que un Papa germánico pretende darle instrucciones a una universidad peruana. ¿Suficiente para pedirle explicaciones al nuncio? Insólito Papa que en España se reúne con la juventud y en el Perú la quiere privar de libertad académica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Deberá de respetarse la aunomía universitaria, de acuerdo a las leyes peruanas, no es posible que un estado extranjero, como es el Vaticano, se entrometa en los asuntos internos del Perú. La Iglesia Católica debe de comportarse con altura y dignidad sin afectar los intereses nacionales.